Una vida escribiendo

Quien espere encontrar recetas o tips en este libro, puede sentirse desilusionado, pero las sencillas palabras de Murakami encierran verdades profundas. Al hablar de escritura muchas veces se pasan por alto cuestiones básicas, como si ya no hubiera nada que decir al respecto, y se va enseguida al detalle, a la técnica.  Murakami, en cambio, va más a lo esencial que tiene que ver con la actitud del que pretende dedicarse a escribir, las cualidades que es necesario tener para mantenerse en el tiempo y en qué consiste el  trabajo del escritor.

La primera de sus declaraciones es francamente debatible: «En mi opinión, escribir novelas no es un trabajo adecuado para personas extremadamente inteligentes.» dice Murakami. Escribir (sobre todo novelas) no es para mente rápidas y brillantes porque no tienen la paciencia necesaria para adaptarse al ritmo lento que requiere el proceso de escritura.

«De niño leí una novela que trataba de dos hombres que iban a contemplar el monte Fuji.  Uno de los protagonistas, el más inteligente de los dos, observaba la montaña desde diversos ángulos y regresaba a casa después de convencerse de que, en efecto, ese era el famoso monte Fuji, una maravilla, sin duda. Era un hombre pragmático, rápido a la hora de comprender las cosas. El otro, por el contrario, no entendía bien de dónde nacía toda esa fascinación por la montaña y por eso se quedó allí solo y subió hasta la cima a pie. Tardó mucho tiempo en alcanzarla y le supuso un considerable esfuerzo. Gastó todas sus energías y terminó agotado, pero logró comprender físicamente qué era el monte Fuji. En realidad, fue en ese momento cuando fue capaz de entender la fascinación que producía en la gente.

Ser escritor consiste en la mayoría de los casos en ser como este segundo  protagonista, dice Murakami. Pero aunque el ejemplo es ilustrativo para mostrar dos actitudes distintas, personalmente no coincido con la idea de que uno sea más inteligente que el otro. Si al primer hombre le alcanza con la vista de la montaña y al segundo no y necesita escalarla, sin duda, al bajar, habrá aprendido algo que el primer hombre no aprendió. Su conocimiento será mucho más minucioso y profundo. Definitivamente me inclino por este segundo hombre y no porque lo crea más tonto, sino porque lo creo capaz de ahondar en la experiencia y de interesarse por ver más allá de la superficie. Por eso lo que el segundo hombre diga será, para mí, mucho más interesante, más rico, más verdadero. Pero más allá de estar o no de acuerdo con ciertas ideas, lo interesante es que el texto nos provoca y nos pone a pensar.

De qué hablo cuando hablo de escribir  cuenta más de tres décadas de experimentación con la escritura. Haruki Murakami fue un gran lector desde niño, pero empezó a escribir a los treinta años. Desde entonces publicó unas quince novelas, varios libros de cuentos y de ensayos. Era ya muy leído en Japón cuando por una necesidad interna decidió irse de su país. Vivió una década entre Europa y los Estados Unidos y fue durante su estadía en Nueva York que se hizo conocido en todo el mundo occidental. En ese camino, Murakami le atribuye un papel fundamental a los primeros dos traductores que se le acercaron y le ofrecieron traducir sus libros, porque fue al poder ofrecer sus obras traducidas al inglés, que las editoriales americanas se interesaron en él.

En tono pausado y reflexivo Murakami nos cuenta su historia y sus inicios como lector y escritor; detalla sus métodos, su proceso de escritura y cómo surgen en él los temas, los personajes. Reflexiona y desnuda con sinceridad las dificultades que fue atravesando y la manera en que superó algunas limitaciones. De qué hablo cuando hablo de escribir no pretende ser un texto teórico sobre literatura sino un testimonio personal que vale la pena leer.

 


Haruki-Murakami

 

Haruki Murakami nació en Kioto, Japón, en 1949. Algunos de sus novelas son: Tokio blues, Al sur de la frontera, al Oeste del sol, 1Q89, After Dark, Kafka en la orilla, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Ha ganado muchos premios en Japón y también premios internacionales como el Franz Kafka, el Jerusalem Prize, el premio internacional Catalunya, el Frank O’Connor de cuentos, etc.

 

De qué hablo cuando hablo de escribir /  Haruki Murakami / Trad. Fernando Cordobés y Yoko Ogihara / / 296 pág. / TusQuets

 

 

1 comentario

  1. Cecilia

    A mí me gustó mucho este libro tanto como otro de él que se llama “De qué hablo cuando hablo de correr”. Siento que lo conozco personalmente desde entonces
    Saludos

    Le gusta a 2 personas

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