A través de seis cuentos de gran contenido autobiográfico, Mavis Gallant va contando su vida de niña, de adolescente y del año en que, a muy temprana edad, se casó. Pero más que de cuentos, yo hablaría de episodios, porque los relatos no tienen estructura de cuento, sino que narran momentos, momentos que Mavis magnifica con su lupa, con su mirada observadora y que, a la distancia, disecciona.
Jhumpa Lahiri escribió en un artículo tras la muerte de Mavis Gallant en 2014 que al descubrirla, en los años noventa, sintió una gran libertad porque sus cuentos componen un género propio. Y es que nada puede preverse en su escritura descarnada, ingeniosa, mordaz, lúcida.
Los cuentos de Linnet Muir, retratan el mundo de la Quebec de los años treinta y cuarenta. A partir de su perspectiva de niña, Mavis reflexiona sobre su madre —una mujer que no debería haber tenido hijos, dice—, recuerda la vida de sus padres y situaciones que no comprendía entonces, pero que cobran sentido con el paso de los años. El padre que enferma y muere muy joven. La rebeldía adolescente sin fin que termina alejándola de todos y un dolor que no llega a sentirse plenamente porque estar sola en la vida no permite esos lujos. Tampoco permite el miedo, ni la piedad.
En uno de los cuentos de niñez, el pediatra de Linnet descuelga un cuadro de la pared para regalárselo:
«Mi madre, al principio, rechazó el regalo, pensando que yo se lo había pedido; él le aseguró que no, que se había sentido sencillamente conmovido por mi expresión cuando miré a la niña enferma. «C’est une sensible», dijo, una apreciación que mi madre descartó diciendo que yo era dura como una piedra, cosa que realmente creo que pensaba.»
Llegaba al consultorio del doctor Chauchard y a través de la ranura del buzón gritaba «»Abra la puerta, c’est moi», cuando todavía creía que ser «moi» me llevaría adonde quisiera.»
Los cuentos de Linnet Muir cuentan una historia de soledad y abandono: pupila desde los cuatro, sin padre desde los diez y con una madre demasiado preocupada de sí misma. Linnet, tras pasar los últimos años de colegio en Nueva York, vuelve a su antigua ciudad, a una ciudad que cree conocer, pero que no conoce en absoluto. Vuelve, sin ningún lugar al que volver. Así que rastrea a su antigua niñera, Olivia, que la refugia en su casa, porque «Olivia era la única persona en el mundo que no creía que yo fuera capaz de cuidarme sola».
A pesar de la gran producción de Mavis Gallant, son muy pocos los libros traducidos al español. Los cuentos de Linnet Muir es el primero editado en la Argentina, con prólogo y una linda traducción de Inés Garland.

Mavis Gallant nació en Montreal en 1922 y murió en París a los noventa y un años de edad. Gallant era el apellido del marido con el que estuvo casada apenas cinco años. Nunca volvió a casarse. Después de haber trabajado como periodista en Montreal, viajó a Europa con la intención de vivir de su escritura. Tenía treinta años cuando se instaló en París. En 1951, «The New Yorker» publicó su cuento «El cumpleaños de Madeline», lo que marcó el principio de su carrera. A lo largo de su vida publicaría más de cien cuentos en esa revista. Además de sus libros de cuentos, escribió algunas novelas. La única en español: Agua verde, cielo verde, editada por Impedimenta.
Los cuentos de Linnet Muir / Mavis Gallant / trad. Inés Garland / 150 pág. / Eterna cadencia
Excelente reseña! Ya quiero leerlo! Gracias Blog El estante!❤️
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Gracias, Susana!!
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